Desde los comienzos de esta última crisis financiera hemos resaltado los desafíos (fiscales y estructurales) que tienen que afrontar los países del G7, y su resultado en la depreciación de sus monedas y una reducción en su participación de los portafolios vis-à -vis al grupo de los mejores países que le siguen con monedas cada vez más sólidas. Si bien el tipo de cambio EUR/USD ha sufrido una gran varianza en los últimos 12 meses, no está lejos del nivel en el que empezó. Marzo va a ser un mes crítico para Europa, la UE y para el euro, pues se van a llevar a cabo múltiples reuniones con funcionarios de alto rango, en donde se deberían sentar las bases para un nuevo marco institucional que va a determinar si el euro va a seguir siendo una moneda de peso.
El valor relativo del USD y el EUR está, a grandes rasgos, estable por un conjunto de pros y contras de cada lado: USA tiene un mayor déficit y desbalance fiscal y ratio de deuda/PBI, y una autoridad monetaria determinada a abusar del uso de su moneda para llegar al pleno empleo (y algunos ajustes fiscales gracias al señoreaje por la incipiente inflación), pero su sistema bancario y los balances corporativos de las empresas parecen estar bastante sólidos; sin embargo, el mandato único del euro de prevenir la inflación va a llevar a aumentar las tasas de interés pronto, y las falencias a nivel institucional y las incertidumbres acerca de la poca estabilidad de los países periféricos evitan una apreciación significativa de la moneda. Dependiendo de la sensación que quede a fin de mes, estos factores pueden llevar a un dólar débil un mes, y a un euro débil el mes siguiente. Lo que importa es que durante este período de volatilidad, y dado los desafíos que enfrentan las economías del G7, sus monedas puedan perder valor vis-à –vis las monedas de los mejores países emergentes. Creemos que ese proceso está destinado a continuar, aunque posiblemente a un ritmo más lento y con un alto grado de volatilidad por los esfuerzos de los gobiernos de prevenir la apreciación de sus monedas.
En las próximas semanas está programado que se produzcan reformas que pueden tener impacto en la paridad entre el dólar y el euro. Hay reuniones importantes programadas para el 11, 14-15 y 24-25 de Marzo, en dónde los líderes de cada país, los ministros de finanzas, etc., van a discutir sobre cómo expandir el programa de ayuda financiera así como también sobre mecanismos más permanentes para lidiar con países en problemas. Los factores de riesgo que hemos resaltado han y van a continuar jugando un rol importante: las fallas de coordinación son siempre un riesgo cuando tantos países, que tienen sus propios asuntos internos, tienen que negociar y acordar. El ejemplo más emblemático es Alemania, donde las elecciones en ese país parecen limitar el poder y la capacidad de la Sra. Merkel en brindar tanto apoyo a los esfuerzos para ayudar a los miembros más débiles de la UE.
Sobre las ideas que sobrevuelan acerca del paquete de rescate financiero, el debate gira en torno a aumentar el tamaño del fondo de rescate, permitiendo las compras de deuda soberana de países en problemas (permitir al BCE que reduzca lo contaminado de sus balances y que se desvíe de su mandato), proveyendo a los países más fuertes de garantías para fondear nuevas emisiones de deuda, etc., muchas de estas ideas muy probablemente subsistan.
El debate más caliente es sobre la creación de un mecanismo más permanente de atender los potenciales desbalances y los desvíos que a través del tiempo llevan a situaciones como las de Grecia e Irlanda. Francia y Alemania produjeron una propuesta a la que podemos llamar “el Pacto de la Competitividad”. Muchas de las ideas originales se han ido desvaneciendo o encontraron gran oposición. Pero la idea principal es la de garantizar a la UE una autoridad más creíble que monitoree y corrija los desajustes macros que llevan a esas situaciones (pérdida de la competitividad, desajustes fiscales, excesos del sector bancarios, etc.). Los políticos alemanes parecen creer que un mecanismo tal es necesario para proveer más ayuda financiera en el corto plazo. Éste es un debate relevante a monitorear, no sólo para intentar predecir el futuro tipo de cambio, que en los últimos 12 meses se movió mucho pero cambió poco, pero también para predecir el futuro del euro y la estabilidad del resto de los mercados.
Para mas información visite nuestra información de contacto