Las elecciones de anoche no producen un cambio significativo respecto del mapa político que generó tanto ruido durante la negociación para aumentar el límite de la deuda en 2011. Los resultados de ayer no producen un cambio sustancial en los incentivos, a pesar de que puede haber una interpretación de que es un mensaje hacia un ajuste balanceado. A pesar que creemos que el 2013 va a ser mejor que el 2012 en términos de fundamentals económico, los próximos 2 meses pueden producir mucho ruido y potenciales daños al panorama del año próximo.
El año pasado las negociaciones para aumentar el límite de la deuda en USA llevaron a la caída en la calificación de la deuda soberana, generando volatilidad pues ambos partidos no se pusieron de acuerdo hasta el último momento. El acuerdo en ese entonces consistió simplemente en posponer la verdadera negociación. Esta negociación todavía no se ha dado, pero debería darse ahora. El precipicio fiscal que se desata el 1ro de Enero fuerza a encontrar una rápida respuesta para evitarlo, para darle tiempo, nuevamente, a los políticos para una negociación más profunda sobre un ajuste fiscal de mediano plazo y una rforma impositiva que mejore la eficiencia del sistema. Creemos que el resultado de anoche aumenta la probabilidad de un escenario con 2 meses desordenados respecto de estos temas. De hecho, el mismo presidente Barack Obama utilizó la palabra ‘desordenado’ al referirse a las inminentes negociaciones durante la campaña. Esto no es una buena noticia para los mercados en el corto plazo, y hasta puede afectar el mediano plazo dada la debilidad de la recuperación económica.
Del lado de presidente Obama, quien postuló durante su campaña la necesidad de que el ajuste fiscal sea equilibrado en términos de mayores ingresos y menor gasto, su re-elección debería hacerlos sentir validados y con un mandato hacia tal equilibrio (con los mayores ingresos provenientes de los sectores de mayores ingresos).
Del lado republicano, ellos no sólo retienen la mayoría en la cámara de diputados, sino que además aumentaron su presencia, lo que los puede llevar a no cambiar su postura de que el ajuste fiscal tiene que venir principalmente de una reducción en el gasto.
El público y la comunidad de negocios esperan flexibilidad de ambos partidos para ponerse de acuerdo y solucionar los problemas en lugar de dilatarlos, sin embargo dados los resultados electorales ninguno de los partidos parece tener incentivos para hacerlo, lo que significa que vamos a presenciar 1-2 meses con conflictivas y desordenadas negociaciones, que quizás superen la fecha del ‘precipicio fiscal’.
Continuamos pensando que existe un consenso general en la necesidad de un ajuste fiscal y una reforma impositiva, y que va a ocurrir durante 2013. Creemos que la economía de USA se está acelerando lentamente. Siendo todavía la economía más grande y flexible del mundo, tiene una tendencia natural a crecer, si bien los desafíos actuales pueden lentificar ese crecimiento. Además, los datos económicos de Asia y América Latina apuntan a una gradual mejora en los fundamentals económicos. Pero los próximos 2 meses pueden producir shocks para nada triviales si los políticos, y especialmente el presidente Obama, no los manejan apropiadamente.
Esta es la razón por la que mantuvimos una postura cauta previo a las elecciones, la cual nos resultó en los últimos 2 meses. Lo que ocurrirá en los próximos 2-3 meses va a depender de cómo se esclarezcan las dificultades y desafíos que mencionamos arriba.
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